Design thinking – ¿Qué es y cómo aplicarlo?

El design thinking es una herramienta que muchas empresas usan desde hace muchos años, debido a que permite remediar problemas que no tienen solución sencilla, tomando en cuenta las ideas y las opiniones de los usuarios. 

En BSDI queremos que conozcas más sobre este tema. Por ese motivo, te traemos este artículo, en donde te explicamos qué es design thinking, cuáles son sus fases y cuáles son los beneficios que aporta a la creación de un producto. ¡No te lo pierdas! 

¿Qué es design thinking? 

El pensamiento de diseño o design thinking es una técnica de resolución de problemas que se centra en los usuarios. Este método se usa para promover un pensamiento creativo dentro de los equipos de trabajo y, de esta manera, aportar soluciones creativas y novedosas. 

Este método ha cobrado gran fama, tanto que hoy en día se utiliza en diversos sectores que van desde la resolución de problemas en los negocios y el marketing hasta el diseño de productos. La finalidad del design thinking es solventar problemas que no están definidos claramente y que representan un desafío. 

¿Cómo favorece el design thinking a un negocio? 

La metodología design thinking se usa como una herramienta para ayudar a incrementar el valor de los usuarios en los productos y servicios. Dicho esto, ¿cómo puede favorecer este método a tu negocio? La respuesta es simple. 

El éxito de una empresa o negocio está sujeto a la capacidad de los equipos de trabajo de comprender los requerimientos de los clientes. A partir de ese punto, es donde se generan soluciones y es allí donde el design thinking entra en juego. Este método ayuda a: 

  • Estudiar a detalle el público objetivo, conocer sus necesidades y preferencias. Esto es fundamental para el éxito de cualquier proyecto. 
  • Conocer en qué se sustenta cada petición de los clientes. 
  • Reformular los problemas desde una perspectiva humana y no desde el punto de vista técnico.  
  • Hacer que el proceso sea más simple. El design thinking ayuda a resolver situaciones complejas, es decir, acorta los pasos para alcanzar el objetivo. 
  • Se renuevan los modelos de negocios cuando estos se encuentran agotados o el mercado ha cambiado. Gracias a esto proponen nuevas soluciones de acuerdo al entorno.  
  • Se logra mediar entre las visiones de todos los involucrados en el proyecto, lo que genera un equilibrio entre todas las partes.  
  • Con la creación de prototipos y la aplicación de pruebas se consigue un gran nivel de compromiso por parte de los equipos. 
  • Se mejora la experiencia de los usuarios, ya que, como el enfoque se centra en el usuario final del producto, optimiza su interacción con el mismo.  

Fases del design thinking 

Este proceso se divide en varias etapas, en las cuales se les da forma a las ideas, se lleva a cabo el prototipo y se realizan pruebas para verificar que todo está funcionando correctamente. Entre las cinco etapas del design thinking podemos mencionar: 

Primera fase: empatía 

La primera etapa es fundamental dentro del design thinking. Se debe prestar la mayor atención al público objetivo, comprender sus necesidades, problemas y entender cómo afecta su día a día. Existen muchos recursos que se pueden utilizar para dar seguimiento al usuario. 

Dichas herramientas pueden ser entrevistas o reunir a grupos de personas que representen a la parte del público a quien va dirigido el servicio. De esta forma, se escuchan las necesidades de los usuarios y se crea un producto que de verdad funcione para las personas. 

Segunda fase: definición  

Con la información recolectada en la primera fase se obtienen datos que son valiosos para poder definir el problema a resolver. Se conocen cuáles son los problemas que son recurrentes y cuáles no, de manera que se puede crear una hipótesis y las posibles soluciones. 

Tercera fase: idea 

Lo que sigue es observar las hipótesis y las soluciones probables y comenzar con una lluvia de ideas. No existe una idea equivocada durante esta fase, puesto que lo fundamental es dar inicio al proceso creativo. 

Al comienzo, es posible que las ideas que surjan no sean las más innovadoras, pero esto es lo que da el empujón para que lleguen ideas de mayor valor. Se puede usar tableros para anotar todos los conceptos y así identificar los que son muy parecidos o que en algún momento serán descartados por presentar inconvenientes. 

Cuarta fase: prototipo 

Ya cuando se tienen las ideas más valiosas, se eligen las que llevarán a cabo con la construcción de un prototipo. El prototipo ayuda a mostrar que tan fácil es usar el producto y evaluar aspectos como la ergonomía, los materiales, etc. Todo esto antes de construir el producto final. 

Quinta fase: evaluación   

Una buena forma de probar el producto es hacer que el público objetivo interactúe con el prototipo. Esto ayuda a conocer ideas u opiniones que quizás no se consideraron en su creación. De esta manera, se pueden hacer cambios o los ajustes pertinentes antes de lanzar el producto al mercado. 

En algunos casos puede que en la fase de evolución sea necesario comenzar desde cero, ya que, si hay errores de investigación, análisis de datos y desarrollo de ideas, el prototipo no será adecuado. 

Conclusión  

Algo que ha quedado demostrado en este artículo es que no se debe subestimar el poder de estas herramientas para la innovación social, puesto que son un buen método para conocer al usuario. Además de eso, es una metodología que impulsa la creatividad y asegura un ambiente de trabajo armónico para todos los involucrados en el proyecto. 

En BSDI creemos en un desarrollo integral de productos, en pocas palabras, acompañamos a nuestros clientes desde la idea inicial hasta la puesta en mercado, teniendo siempre en cuenta a nuestro público objetivo y a sus necesidades. De esta forma, garantizamos que el producto sea un total éxito. 

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