La cuarta revolución industrial nos está abriendo en BSDI mundos como el de las impresiones 4D, donde creamos a través de impresoras 3D objetos que podemos decir que están “vivos”, ya que podemos hacer que cambien de forma, color o tamaño cuando reciban algún estímulo externo.
Estos diseños son inteligentes, reaccionan al entorno y se transforman con el tiempo, gracias a materiales como las resinas de hidrogel, polímeros activos o incluso tejidos vivos que pueden doblarse, repararse, ensamblarse o hasta desintegrarse a sí mismo.
Actualmente esta tecnología se aplica dentro de sectores como la aeronáutica y automoción, fabricando airbags inteligentes capaces de adelantarse a cualquier impacto y disminuir el riesgo de lesiones. También podemos incluir el sector de la moda, diseñando ropa y calzado que se adaptan al movimiento, impacto, temperatura y presión atmosférica. Finalmente, no nos olvidemos de unos de los sectores más importantes como es la medicina y cirugía, llegando a imprimir endoprótesis vasculares u otras piezas en 4D que reaccionen al calor corporal y se expandan para adaptarse.
Según Iberdrola, los próximos 5 años serán claves en el desarrollo de esta tecnología, teniendo una previsión que para el 2022, la impresión 4D crecerá un 39% a nivel global, siendo Europa unos de los líderes del mercado. Se apostarán por materiales como fibras de carbono, maderas y tejidos programables que promuevan la invención de nuevos productos, beneficiando siempre al consumidor, sin olvidarnos del auge del ecologismo y la sostenibilidad que estimularán el crecimiento del mercado.
Por todo esto y más, BSDI está a favor de la impresión 4D, ya que entre todos queremos reducir el consumo de recursos y el gasto energético de la industria.
