Diseño de producto: qué es, cómo se realiza y etapas

Antes de empezar cualquier tipo de proyecto, hay que definir bien desde el principio el tipo de producto que queremos, cual va a ser su funcionamiento, su duración, etc. De ello dependerá el uso de unos materiales u otros o simplemente el proceso de creación y desarrollo será diferente.

Con estas bases asentadas podemos crear cualquier tipo de objeto, desde envases y embalajes hasta mobiliario o complementos deportivos.

¿Qué es el diseño de un producto?

Si te preguntas qué es diseño de producto, es el método que se realiza para fabricar productos nuevos y donde se conceptualiza y definen todas sus características y necesidades. Tiene en cuenta el aspecto final de este, su funcionalidad, sus especificaciones técnicas, su viabilidad en el mercado, las técnicas de producción más apropiadas para su fabricación, y hasta su lanzamiento al mercado.

Por lo tanto, es una de las partes más importantes en la fase de desarrollo de productos a nivel industrial. Se conceptualiza y planifica toda la idea que se quiere hacer y permite analizar todo lo que requiere su fabricación.

¿COMO SE DISEÑA UN PRODUCTO EN 3D?

En lenguaje técnico, nos referiremos a esta fase como “CAD” (diseño asistido por computadoras). Para entendernos mejor, este proceso se refiere a la utilización de herramientas de interfaz gráfica, capaces de crear diseños en 2D y 3D. Estos diseños serán el resultado final de nuestro producto. Con los ordenadores, seremos capaces de previsualizar el producto antes de fabricarlo.

Gracias a esto, nos ahorraremos mucho dinero en el proceso de fabricación.

Las herramientas de dibujo en 2D se basan en entidades geométricas vectoriales (puntos, líneas, arcos y polígonos). Los modelos en 3D añaden superficies y sólidos.

Etapas del diseño de producto

Existen varios procesos de diseño de producto que se deben llevar a cabo para garantizar su puesta en marcha y su óptima fabricación.

En primer lugar, el primer proceso es el de investigación y análisis del mercado. ¿Existe ya o se puede mejorar uno existente? ¿Es nuevo? ¿Qué soluciona? ¿Qué ofrece diferente al mercado? Este tipo de cuestiones son relevantes para poder continuar con el proceso.

Una vez se tiene claro qué tipo de producto se va a desarrollar, se debe conceptualizar y planificar cada una de sus fases de producción. Es decir, dejar claro qué ofrece, cuáles son sus oportunidades dentro del mercado, qué hace y qué soluciona.

Después las ideas se llevan a la fase de prototipado, donde se expone de forma visual el producto en sí. Aquí se determina su forma, su tamaño, su funcionalidad práctica, su uso…

Se definen las necesidades técnicas como los materiales a utilizar, las técnicas y procesos de fabricación a realizar, el tipo de ajustes y procedimientos para ponerlo en marcha, etcétera, siempre teniendo en cuenta la calidad y la seguridad, además de la normativa de cada sector específico.

Por último, una vez todo el proceso de diseño del producto está correcto, se comienza a fabricar para poder hacer pruebas y optimizaciones antes de su fabricación en serie.

Importancia del diseño de un producto

¿Es importante dedicar tiempo, esfuerzo y recursos a la fase de diseño de productos? La respuesta es que sí, porque de su planificación y definición depende la viabilidad y funcionalidad del producto fabricado posteriormente. Además, en esta fase también se hace hincapié a su presentación, estética, funcionalidad y practicidad.

Por lo tanto, se trata de una parte muy importante en la creación de nuevas soluciones e innovaciones. Sobre todo, en un mercado donde cada vez hay más competencia y exigencia, el diseño previo y la planificación son imprescindibles.